Es increíble pensar que hay “influencers” en redes sociales que solo saltan la cuerda. Al principio me parecía muy extraño.
Y por qué lo hice?
En la medida que empecé a saltar, empezó a ocurrir la magia. Se empieza a mejorar exponencialmente y se vuelve un ritual muy entretenido y saludable. Me imagino que es como bailar cada mañana.
Después que empecé a mejorar, me di cuenta que estaba armando en muy poquitos minutos, un espacio maravilloso de autocuidado, y sobre todo de deporte.
Después de años siendo muy sedentario, en solo unos pocos minutos estaba construyendo un hábito deportivo.
Había días que daba más de 1.000 saltos, y otros que solo hacía unos pocos. No se trataba de la cantidad, se trataba de dar la cara. Y la di. Por otros 30 días la di. Y la calidad de mis saltos mejoró. Y mis sensaciones mejoraron.
Bajé un par de kilos, me sentí con más energía, y sobre todo consolidó la idea de seguir haciendo #retos30dias. No se trataba del agua fría o los saltos. Se trataba de incorporarle hábitos matutinos a una rutina que cada vez iba tomando más forma.
Fui registrando todo en mi instagram (@caco_habitos) Y completé un segundo desafío. Acá se consolidó también la idea de enfrentar los desafíos de la vida #undíaalavez.