Como parte del aprendizaje para este reto, estuve investigando y escribí este artículo:
Además he venido siguiendo al crack de @Alan_iceman en Instagram quien me inspiró a partir con este reto, y por que no decirlo, a embarcarme en estos desafíos de 30 días.
En su cuenta comparte contenido muy valioso sobre esta temática para cualquiera que esté interesado.
Por mi parte, aproveché uno de los lugares más hermosos del mundo (Frutillar) y aprovechar que estaba viviendo ahí para observar cada amanecer por 30 días cada mañana. Y lo mejor de todo; desde dentro del agua.

La experiencia fue inexplicable y transformadora. Me ayudó a generar un espacio de meditación, de autocuidado, de salud y una manera única de empezar cada día.
Además es un reto difícil. Incómodo. Duro. Eso me ayudó a partir cada mañana con un triunfo, y enfrentar los desafíos del resto del día con mucha mayor facilidad.
Power, dopamina y energía muy alta por muchas horas cada vez que lo hice.
Mi método:
- Todos los días tenía que entrar al agua. Sin importar si estuviera lloviendo, con helada, o el agua con olas. TODOS los días.
- En la mañana. Lo que buscaba era partir cada mañana con un triunfo y energía. Además capturar un bloque del día para dedicarlo para siempre al autocuidado.
- No importaba el tiempo. Bastaba con repetir a diario el hábito. En general lo hice entre 3 y 10 minutos. El momento más relevante era cuando con la respiración empezaba a “acostumbrarme” y disfrutar la experiencia. Que pasaba unos 30 segundos de la inmersión.
Se mantiene?
Hoy todos los días me estoy dando una ducha de agua fría o baño en la piscina del edificio por que me vine un tiempo a Santiago. Y si bien, me ayuda. No se compara con el momento de meditación y belleza de estar inmerso en el lago.
No se si le daré la continuidad, pero esos primeros 30 días lo cambiaron TODO para mi.